La vida nos da oportunidades para todos, pero es cierto, que algunos reciben más oportunidades que otros. Sin embargo, la cuestión está en qué se hace con este panorama, porque están los que optan por quejarse, mientras que otros se la rebuscan para cambiar su suerte. Axel Alberdi es parte de este segundo grupito. Con 24 años y proveniente de Alejandro Korn, su ceguera no le impide capacitarse y hace varios meses que se forma dentro del curso de Soporte Técnico en el Centro Educativo Alem.
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Axel es un chico como cualquiera, pero no como cualquier otro. Por que tiene sueños, metas, objetivos y ganas de salir adelante, pero estas ganas son tantas que rompe un poco el molde. Bueno, en realidad bastante. Mucha gente cree que la suerte es la voluntad que se le pone a la vida, por lo que la cuestión azarosa tiene poco que ver en esta interpretación. “Un golpe de suerte“, describen algunos que necesitan para cambiar una mala racha, mientras que otros, no lo dudan, se ponen el guante y los dan ellos mismos.
“El interés por esto viene de muy chiquito. En un principio me empezaron a enseñar computación en una escuela especial para ciegos, una escuela donde te enseñan cosas varias para manejarte por la vida con tu discapacidad, y una de esas cosas fue computación“. Así comenzó todo. Casi como un juego para él, algo que sólo le representaba sentarse en frente de una computadora y descubrir un mundo nuevo, significó el motor para introducirse en una sociedad, en las que él mismo debió abrirse la puerta.
Además, estos pasitos iniciales también contaron con una gran contención: “Como yo siempre quería investigar un poco más, la escuela le facilitó a mi madre un CD para que ella y mi hermano me pudieran instalar el lector de pantalla en la PC familiar. De ahí me surgieron muchas cosas, aprendí casi a los tropezones qué y qué no se debe hacerle a una pc“.
“El resto es historia“, bromeó Axel, pero es una historia digna de ser compartida: “Eventualmente conocí qué eran los virus, de ahí aprendí a solucionar errores, trabajar con distintas apps, limpiarlas y acelerarlas. Con eso, le arreglaba las pcs a familiares y amigos, así que un día hablando con mi novia le comenté que quería aprender más y ella encontró la posibilidad del Centro Educativo Alem“.
Dentro de la institución, su guía es Osvaldo, profesor dentro del aula, pero también un gran apoyo por fuera de la misma: “La verdad que la vengo llevando muy bien, hasta el momento todo me resultó accesible y me resulta cómodo el modo en que el profe facilita los materiales para que todos podamos llevar el ritmo de la clase. El profe sube los videos de las clases, narrados. Entonces a medida que va explicando me hago un paneo de lo que se habló en clase y para ajustar cosas que no me quedaron bien incorporadas”.
Sumado a la complejidad que de por sí representa encarar el camino académico, Axel se da el gusto de elevar la vara y proyectar más allá: “Estoy buscándole la forma a ciertas cosas, porque como sabrás, esto de armar pcs tiene su complejidad y más porque algunas cosas van por colores, pero estoy a la espera de nuevos desafíos“.
“No lo duden, que se animen y den el paso. No le hagan caso a lo que leen en Google, la intención vale mucho la pena“, se despidió Axel, que, dentro de su panorama evalúa también empezar a estudiar el Traductorado en Ingles, una rama alejada a lo que hoy se dedica, pero la fuerza de voluntad de este joven dejó en claro que cualquier desafío le queda chico.
Si sos alumno, egresado o parte del Centro Educativo Alem y tenes una historia para contar comunicate a germanzavala96@gmail.com
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