La pasión es una emoción definida como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto, pero también, se la puede considerar como el motor para movilizarse a cumplir los objetivos personales. Sorelin Mendoza llegó desde Venezuela hace dos años a Argentina y encantada con el área, decidió hacer el curso de Auxiliar de Farmacia a través de la plataforma CEA Online, que ya le permite aplicarlo en el mercado laboral.
Caracas, la capital venezolana, es una ciudad comercial ubicada en el Norte de la región, rodeada de playas caribeñas que lo describen como uno de los paisajes más lindos de su país, pero también se encuentra inmerso en una crisis económica y social, que obliga a muchos a buscar nuevos rumbos en el exterior. “Nadie quiere dejar una vida estable en su país natal, pero por los hijos se sacrifican muchas cosas”, contó Sorelin en el inicio del relato.
Luego de afianzarse en el barrio porteño de La Paternal, la protagonista consiguió trabajo en una farmacia de Palermo, en la función de cadete. Pero sin conformarse, su deseo fue crecer en su función, por lo que optó por capacitarse. “A mí me apasiona el área de Farmacia. Desde que llegué a la Argentina busque realizar algún curso y era el que más me llamaba la atención. Al no tener muchas referencias busqué por redes sociales y encontré al Centro Educativo Alem, que con sus clases Online quedé muy motivada”.
A través de la plataforma virtual, Sorelin encontró la solución a la distancia geográfica y las complicaciones temporales. En su recorrido, fue acompañado por “un grupo muy unido” y la profesora Natalia. “La docente fue muy clara y mis compañeros muy participativos, de hecho siempre les di las gracias por hacernos sentir como en casa, por su receptividad y calidad humana, que hizo que nunca tengamos la sensación de estar excluidas por ser extranjeras”.
A su vez, contó que desde el arranque de su recorrido académico, le surgió una excelente oportunidad laboral: “Apenas había empezado el curso, notifiqué al farmaceuta y me probó en el mostrador, empezando un reto para mí. Cada clase se convirtió en un reto mayor, cargado de interés por cada tema a tratar y porque vivía la experiencia a diario”.
Las buenas noticias continuaron luego de obtener su certificado. “Me ofrecieron un cargo de titular y ya arreglé mi documentación. Tengo dos niños y eso me permite tener más tiempo con ellos”
Por último, tuvo palabras de agradecimiento para el CEA: “Les quiero agradecer por una formación metodológica sin fronteras ni exclusión, sobre todo por permitirnos a los extranjeros a luchar por superarnos en este hermoso país. Siempre sentí que el centro nos apoyó y ayudó a crecer. Por suerte, hasta ahora nos han tratado muy bien y hasta nos elogiaron por educados y trabajadores”.
Si sos alumno o parte del Centro Educativo Alem y tenes una historia para contar comunicate a germanzavala96@gmail.com
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