La alegría por haber alcanzado una meta es una de las mejores satisfacciones personales, que se puede llevar uno, en un contexto de dificultades y complicaciones diarias. Y después de tanto esfuerzo, la aprobación de las capacitaciones son un empujón anímico más que importante, que nos sirven para seguir el camino adelante. En su historia, Darío Romero compartió su felicidad por haberse recibido de Electricista Domiciliario y contó: “Pasé una experiencia fabulosa”.

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El recorrido estudiantil no suele ser sencillo y se encuentra plagado de obstáculos a superar. Muchas veces requiere de un esfuerzo gigante, para imponerse a medida que se transita el camino. Sin embargo, no son invencibles y una vez concluida las pruebas, el análisis del propio recorrido pasado suele dejar una de las más grandes satisfacciones, incluso por encima de los conocimientos adquiridos.
En su propio camino, Darío es uno de los recientes alumnos que finalizaron sus estudios de Electricidad Domiciliaria y comparte su experiencia en los pasillos del Centro Educativo Alem: “Me quedo con una experiencia fabulosa con éxito. La pase de 10, me tocó un grupo excelente de compañeros. Las clases son muy completas y la verdad quedé muy satisfecho. Antes era ayudante, pero ahora comencé a laburar solo”.
Incluso existen personas que pueden facilitarnos la solución de aquellos inconvenientes, algunos que se visten de docentes y con su conocimiento nutren a los estudiantes, con explicaciones, mensajes y correcciones, que algunas nos impulsan a salir para adelante. “Con Leonardo no tengo quejas. La verdad es muy completo el profe en cada explicación. Estoy agradecido por su enseñanza, siento que realmente le pone el pecho. Te saca todas las dudas dentro del aula“.
A su vez, Darío se refirió a cómo decidió embarcarse en el camino de formación. Oriundo de Capital Federal, pero un vecino adoptado de Temperley, contó cómo se encontró con el Centro Educativo Alem: “La verdad es que quería aprender de verdad. Yo viva en capital busqué cursos para hacer, y nada. Me mude al principio del año pasado acá a Zona Sur y me encontré con el CEA. Después lei los comentarios, vi que habían muchos conformes y así comenzó“.

Su situación laboral mejoró en un 100 por ciento. Darío ya se dedicaba a la rama de electricidad, pero su deseo de potenciar sus posibilidades y aumentar su reconocimiento dentro de un mercado laboral que se torna cada vez más competitivo. “Desde algunos meses trabajo en una empresa que me sirvió para tomar más experiencia, pero la realidad es que laburando por tu cuenta se puede hacer un ingreso más fuerte. Ahora ya estoy sumando trabajos particulares y tener mis primeros clientes, así que estoy muy contento”.
Darío ya puede poner en práctica todo lo que aprendió dentro de la institución. Y antes de despedirse, dejó un mensaje de optimismo: “Estoy muy contento con esta situación. Del CEA me llevo ganas de querer aprender más y sumar más experiencia. Lo puedo recomendar porque es una buena protección. Más información al cerebro es más plata para el bolsillo”.
Si sos alumno, egresado o parte del Centro Educativo Alem y tenes una historia para contar comunicate a germanzavala96@gmail.com
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