Los gestos y la colaboración para algunos puede significar un mínimo trabajo, mientras que para otros puede ser el comienzo de una nueva vida. Y el ejemplo que encaja a la perfección es el de Verónica Torrez, alumna egresada del Centro Educativo Alem en la capacitación de Estimulación Temprana en el 2019, que hoy ayuda en el desarrollo de niños y niñas con discapacidades sensoriales gracias a paneles didácticos y cursos, que llevaron a modificar la realidad cotidiana de más de 2800 familias.

“Soy estudiante de un curso de Estimulación Temprana y quiero donar paneles solo a cambio de materiales“. Lo que comenzó como una simple idea en las redes sociales con buenas proyecciones, terminó mejorando la calidad de vida de 2800 familias, con paneles sensoriales que ayuda al desarrollo cognitivo y sensorial de chicos y chicas con discapacidades.
Luego de una difícil situación familiar, Veronica comenzó a estudiar su capacitación, gracias a una recomendación personal. Y en las aulas del CEA conoció a la profesora Mariel, quien iba a ser el motor de su nuevo proyecto. “Tu panel es una genialidad”, le había mencionado la docente, en medio de una semana tan compleja y llena de nerviosismo como son los exámenes.
Y desde ahí, lo que comenzó como una simple idea para darle herramientas a los más vulnerables, tomó un vuelo inesperado. “Hice una publicación en las redes sociales, entonces el encabezado era ‘Soy estudiante de un curso de Estimulación Temprana y quiero donar paneles sólo a cambio de materiales’, Y comencé con la tarea, no tenía nada, fue en 2019 y en mi primer día había 150 pedidos, de mucha gente que quería ayudar con materiales”
Las vibraciones y llegadas de notificaciones trabaron su celular, al punto de que Facebook bloquee la publicación, en una clara muestra de que aún queda mucho por hacer en materia de inclusión de los niños y niñas con dificultades, pero que hay gente que todavía hace un culto a la solidaridad.
Una de ellas es Verónica, que además del puntapié, lleno de incertidumbre, contó cómo transitó aquella decisión: “Era algo curioso y difícil a la vez, eran paneles que se hacían personalizados, ninguno igual a otro, con el gusto del nene o nena y acorde a la discapacidad estimular. Lo más curioso era que lo hacíamos con elementos reciclados, que cumplían la misma función que los comprados”.

Con más de 2 años transcurridos en su labor, ya son más de 4800 plaquetas entregadas y 2800 familias que vieron mejoras en la calidad de vida de los menores de la familia. “Creo que Dios me puso en el momento y lugar indicado”, señaló, mientras que expresó su felicidad con cada mensaje que recibe, que le dan más fuerzas para no disminuir su trabajo.
“Me encanta enseñar desde que terminé la secundaria. Hoy hacemos talleres para todo tipo de chicos, enseñamos a leer y a escribir a chicos con diferentes discapacidades y condiciones, cosa que nunca imaginé hacer, hoy tengo una academia en construcción, para el día de mañana dar los talleres en casa”.
En caso de querer colaborar con cualquier material que se disponga, invitamos a comunicarse con Verónica y visitar su red social, con más novedades sobre esta iniciativa solidaria y talleres que refuerzan la intención de darle lugar al crecimiento de los niños y niñas con discapacidades.
Si sos parte del Centro Educativo Alem y tenes una historia para contar comunicate a germanzavala96@gmail.com
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