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En muchos casos uno no va por el dinero, sino por vocación”. La explicación de Mabel Bureaux recorre una apreciación similar en los alumnos graduados de Acompañante Terapéutico en el Centro Educativo Alem. Con el correr de las entrevistas y los diálogos con los profesionales, el hilo conductor que presentan cada uno de sus testimonios recorren detrás del mismo sentido, de poner el énfasis en la persona por sobre otras cuestiones.

Mabel con su certificado de aprobación de Acompañante Terapéutico, dictado por Aulas Móviles de Pinet.

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Consciente de que la salud de sus pacientes es el aspecto primordial, Mabel representa en sus dichos una carrera ligada al amor, comprensión y empatía. En sus años de trabajo, siempre tuvo la alegría de tener “recomendaciones” que le abrieron puertas para potenciar su profesión, basada en la confianza que le brindó a cada familia, que ante un problema, encontró una solución.

Mabel es una vecina de Alejandro Korn y que gracias al proyecto de Aulas Móviles de Pinet logró capacitarse en el Club Mitre de San Vicente, de la mano del profesor Pablo Messina. Y sobre quién, se deshizo en elogios: “Es una maravilla. Como ser humano y profesor es extraordinario. Es muy compañero, de eso no hay dudas y hasta el día de hoy sigo en diálogo con él para cualquier duda que me surja”.

En su camino, Mabel afrontó situaciones de todo tipo, con algunas vivencias más recordadas que otras. Desde la comodidad de trabajar en un country, hasta también tener el deseo de invitar a una paciente para que pasen las fiestas de navidad juntas, en la búsqueda de que no sea una noche solitaria.

Incluso, fue muy sincera: “Yo tengo un defecto. Me encariño con mis pacientes. Se que es mi trabajo, así me lo remarca también Pablo, el profe nos comentó que más de 3 años no podemos estar con un paciente porque nos hace mal a nosotros mentalmente y es verdad que te desgasta, pero soy así”.

Mabel, con su título de egresada, junto a su profesor Pablo y compañeras de su comisión.

En relación a sus primeros pasos dentro de la profesión, contó: “Empecé a estudiar porque estaba acompañando una abuela en Banfield, que en su momento había acompañado a su pareja y por eso conocían cómo trabajaba”. Sumado a esto, detalló: “Me tocó trabajar de noche, como franquera, feriados, con pacientes en sillas de ruedas y otras problemáticas, pero yo siempre di todo lo que podía, aunque muchas situaciones te llevan a sufrir”.

Por último, se despidió con mensajes positivos sobre su formación: “Desde lo teórico me costó bastante, pero lo bueno que me ayudaban mis compañeras y también mutuamente nos ayudamos un montón con los profesores, que en ningún momento nos dejaban solas. Lo recomendaría con todo gusto”.

Si sos alumno, egresado o parte del Centro Educativo Alem y tenes una historia para contar comunicate a germanzavala96@gmail.com

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Por cea