Con la pasión como motor, el sueño de niña de Florencia Zamudio ya está cumplido. Luego de culminar su capacitación de Tatuador Profesional en el Centro Educativo Alem, Florencia concluyó la instrucción es uno de sus grandes gustos. Además, valoró el trabajo de su profesora Regina, remarcó la buena comunión con sus compañeros y apunta a proyectar todo lo aprendido al mercado laboral.
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Dentro de la diversidad de capacitaciones que ofrece el Centro Educativo Alem, la comunidad de alumnos que eligen el área de Tatuador Profesional poseen un rasgo característico. La pasión es el motor que los invita a tomar la decisión de comenzar a formarse y con el correr de las clases el entusiasmo va en crecimiento. Luego de terminar su camino, Florencia contó: “Me gusta muchísimo, es algo que re disfruto”.
Si bien dentro de cada curso comparten sus experiencias estudiantes de distintas realidades socioeconómicas, en la gran mayoría se pueden encontrar aspectos en común. Y en el caso de aquellos que se inscriben para profundizar sus conocimientos en el mundo de los Tattoos, la particularidad es el fervor con el que encaran el recorrido.
“Los tatuajes me gustan desde que soy muy chica, tenía un conocido que hacía tatuajes y siempre veía las cosas que hacía y me gustaban. Asique decidí averiguar sobre el curso y me anoté. Y ahora lo re disfruto porque me gusta muchísimo”, contó Florencia, que en las últimas semanas concluyó con su instrucción.
Además, dejó en claro que las dudas son pocas y las ganas de progresar bastante altas: “Cuando empiezo a tatuar no me desconcentro ni ahí, supongo que es porque me gusta mucho, pero cuando ves que sale bien ganas un montón de confianza. En clase se practica siempre y después en casa también, asique la mano se va soltado bastante”.
En relación a su estadía de preparación en el Centro Educativo Alem, Florencia valoró el trabajo de su docente, Regina. “Es un amor, nos explicaba a todos, la verdad que no se guardó ningún secreto y tiene mucha paciencia. La quería recomendar por que es una gran profesora”. En sintonía, se refirió a sus compañeros: “Armamos un grupo re lindo, además lo seguimos teniendo a pesar de que terminó el curso. Es un grupo entre todos los estudiantes y ahí nos vamos mostrando los trabajos que hacemos”.
Tras haber finalizado los seis meses de estudios, Florencia ya está preparada para afrontar el nuevo desafío de sumarse al mercado laboral. “Ya tuve una propuesta de alguien para empezar en su local, pero creo que prefiero empezar por mi cuenta. Todavía no lo decidí. Por el momento estoy tatuando a gente conocida y va bastante bien”.
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