En la víspera de la llegada de las festividades, muchos alumnos y miembros del Centro Educativo Alem levantarán sus copas para brindar por un próspero 2022. Este también será el caso de Leila Balcaza, quien cumplió satisfactoriamente la capacitación de Reparación de Celulares, mientras transitaba su embarazo y hoy lidera su emprendimiento Tecno Cell, en el barrio de Temperley.

A diferencia del camino que tomó Patricia, quien en la publicación anterior expresó su felicidad por haber comenzado a trabajar como Extraccionista para el Hospital Muñiz, en este caso Leila apostó por el emprendedurismo, que ofrece mayores libertades desde lo laboral.
Pero previo a esto, comenzó con su capacitación a principios del 2021. “Honestamente, siempre me llamo la atención cualquier aparatito electrónico, hasta que vi el anuncio publicado sobre las capacitaciones, me puse a ver qué tenía buena reputación, entonces consulté y al poco tiempo me llamaron para informarme mejor sobre el tema, pero en cuanto me explicaron, me convencí enseguida”.
En el arranque de sus estudios, Leila se topó con un grupo de trabajo que tuvo un “excelente trato“. Dentro de ellos, su profesor Osvaldo recibió muchos elogios: “Tuve el gusto de que me asignen como profesor a una gran persona, que además es súper atento con todos. Incluso fuera del curso, si he tenido alguna duda nunca tuvo problema en ayudar“.
A su vez, dentro de las particularidades que atraviesan cada uno de los alumnos en su recorrido pedagógico, ¡Leila también transitó el embarazo de Bruno! Un bebito hermoso que llegó para darle más entusiasmo del que ya tenía. “Cuando había que ir a dar las prácticas me ofrecieron igual darlas en otro momento, pero yo iba por todo. La verdad un excelente trato de parte de todo el equipo“.

Luego de recibir su certificación, Leila continuó con su camino dentro del mercado laboral. En lugar de optar por algún trabajo en relación de dependencia, prefirió elegir el camino del emprendedurismo. Y así nació Tecno Cell, que inició con algún amigo, luego fue expandiendose la clientela al punto de llegar a tener su lugar físico, en una oficina cerca de la Estación de Temperley.
“En cuanto me puse a practicar, no paso mucho tiempo, que me animé a trabajar un poco más allá de mis conocidos, tomando todos los recaudos empecé a tener mi clientela y cada vez hago conocer más mi trabajo a través de las redes y del boca en boca. Este mes la gente rompió mucho módulo, ja“.
Si sos parte del Centro Educativo Alem y tenes una historia para contar comunicate a germanzavala96@gmail.com
¡Te estamos buscando!